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Dermatitis de Contacto

Dermatitis de Contacto

La dermatitis de contacto es la enfermedad ocupacional de la piel más frecuente siendo esta entre el 70-90% . Se caracteriza por ser una condición inflamatoria de la piel inducida por la exposición a un irritante o alérgeno externo. Esta condición dermatológica puede tener un impacto perjudicial en lo personal, las relaciones sociales y la calidad de vida, e incluso amenazar el empleo.

 

TIPOS DE DERMATITIS DE CONTACTO

La Dermatitis de contacto irritativa  se presenta como una respuesta no inmunológica que se produce como consecuencia del contacto directo de la piel con agentes químicos o físicos. Los principales causantes más comunes son: jabones, detergentes, el agua, disolventes, aceites de corte y los ingredientes de los alimentos. La localización más común afectada son las manos y la cara.
La Dermatitis alérgica  de contacto comprende alrededor del 20% de las dermatitis de contacto. Se presenta por una reacción retardada de hipersensibilidad a un alérgeno externo, se produce en individuos previamente sensibilizados. La reexposición al alérgeno provoca la respuesta inmunológica en la piel causando inflamación cutánea, por lo general dentro de las 48 horas.

 

QUIÉNES SUFREN DE DERMATITIS DE CONTACTO?

La creciente incidencia de esta patología cutánea por diversos alérgenos se atribuye a los cambios del estilo de vida y el aumento de los productos de consumo; como consecuencia de que algunos productos químicos son reconocidos como el alérgeno de contacto, muchas veces se suspenden pero pueden ser sustituidos por otros productos, que a su vez podrían inducir alergia de contacto, por lo que constantemente los alérgenos potenciales evolucionan permitiendo la persistencia de la enfermedad.

 

CÓMO SE DIAGNOSTICA LA DERMATITIS DE CONTACTO?

La historia clínica del paciente ayuda para establecer posibles alérgenos e irritantes. Se debe interrogar acerca del prurito(comezón), la evolución de la enfermedad, la relación con la exposición al sol, la respuesta al tratamiento y la historia personal o familiar de atopia (alergias como asma, rinitis, dermatitis atópica). Se debe dirigir el interrogatorio específicamente sobre el uso de tintura para el cabello, cosméticos, joyería, productos para el cuidado de la piel y medicamentos orales o tópicos, incluidos los tratamientos complementarios (como por ejemplo suplementos nutricionales).

Las causas ocupacionales se sospechan cuando los síntomas mejoran cuando el paciente está en vacaciones. Hacer preguntas específicas acerca del lugar de trabajo, como la disponibilidad de protección personal, equipamiento (selección adecuada de guantes). También se deben interrogar los hobbies asociados a la Dermatitis de contacto como la jardinería, la carpintería, bisutería, fotografía, natación y la pintura.

Las manifestaciones clínicas dependerá del momento en que se realice el diagnostico; en la fase aguda se puede presentar prurito, eritema, sequedad y descamación, pero pueden desarrollarse vesículas y ampollas. En la fase crónica de la enfermedad pude producirse engrosamiento de la piel por el rascado( liquenificación) y fisuras.

Es importante también la localización de la dermatitis de contacto como son: manos, cara, párpados, cuello, cuero cabelludo, axilas, miembros inferiores, pies y la zona anogenital.

 

CUÁNDO SE REALIZAN ESTUDIOS ADICIONALES?

La prueba del parche es uno de los estudios que se pueden emplear en pacientes en los que se sospeche una dermatitis de contacto alérgica que no responde a los tratamientos y debe ser considerada para:

Los posibles casos de Dermatitis de contacto alérgica, en la que el diagnóstico no es clínicamente evidente. Esto puede incluir la Dermatitis de contacto de aparición súbita, sobre todo si en un adulto no hay antecedentes de atopia.

Dermatitis con una distribución inusual, incluyendo la que toma una forma muy localizada (como la cara y el cuello, párpados, manos y pies).

Dermatitis relacionada con la exposición ocupacional.

Otros tipos de dermatitis crónica que no mejoran con el tratamiento y que pueden estar provocadas por alérgenos de contacto insospechados.

A pacientes asintomáticos no se les hace la prueba del parche a menos que hayan estado expuestos a alérgenos de importancia en el pasado. Por ejemplo, las derivaciones para la prueba de parche para metales son comunes en atención secundaria antes de la cirugía de reemplazo de articulaciones, para evitar cualquier problema con los implantes de prótesis metálicas. Las pruebas de parche no son realizadas rutinariamente para investigar de alergias a los alimentos.

 

CÓMO ES EL MANEJO DE LA DERMATITIS DE CONTACTO?

El manejo definitivo de la dermatitis de contacto consiste en la identificación y la evitación de la causa subyacente. Se debe aconsejar a los pacientes que eviten la exposición a los alérgenos e irritantes en el hogar y en el trabajo. Es importante el empleo de equipos de protección personal como: guantes y máscaras que pueden minimizar las exposiciones futuras al alérgeno de contacto.

En algunos casos, la dermatitis puede conducir a una redistribución o pérdida ocupacional. Se debe animar a los pacientes a explicar su diagnóstico a su empleador y buscar el asesoramiento del departamento de salud en su lugar de trabajo.

Es fundamental el uso de emolientes regulares para mejorar la función de barrera de la piel. Los emolientes ricos en lípidos pueden acelerar la curación después de un daño cutáneo experimental lo que favorece su elección, en particular para uso nocturno. También para minimizar la irritación se aconseja el uso de sustitutos del jabón (Syndet).

Por otra parte el empleo de corticoides e inmunomoduladores tópicos son útiles en el manejo agudo y crónico de los pacientes con dermatitis de contacto, estos fármacos deben ser prescriptos por un dermatólogo con su explicación del modo de empleo y el tiempo correspondiente de uso. En ocasiones por la severidad de la enfermedad se tienen que emplear tratamientos sistémicos el cual debe estar bajo la atención de un dermatólogo. Es posible que los corticosteroides sistémicos puedan ser requeridos por períodos cortos durante la fase aguda. Los pacientes con dermatitis de contacto crónica de difícil manejo pueden requerir de tratamientos secundarios con PUVA, fototerapia con UVB de bando angosta, o inmunomoduladores sistémicos (metotrexato, ciclosporina, azatioprina). Aunque los inmunomoduladores sistémicos se usan para tratar enfermedades crónicas de la piel, cada uno tiene sus propios efectos adversos asociados y que deben ser tenidos en cuenta antes de su indicación médica.

 


 

Dr. Cristian Rocha
Médico Dermatólogo
RyZ Dermatech